SEQUIAS EXTREMAS Y HURACANES DESTRUCTIVOS - FARMSTILL

Los eventos climatológicos extremos siempre han existido, son naturales y se producen en los ciclos meteorológicos. A pesar de ello, en los últimos años se ha presentado un nivel de destrucción y catástrofe mucho mayor. Todavía es objeto de estudio, hasta qué punto el cambio climático es responsable de esta realidad, cada vez que un evento se presenta es estudiado inmediatamente, para medir sus consecuencias y predecir posibles acontecimientos futuros.

Estos eventos extremos, no tienen precedente en los últimos milenios. Varios de los desastres que se presencian con frecuencia hoy en día, no solían ser habituales. La humanidad se enfrenta a una nueva realidad, en la que las personas deben adaptar sus vidas para sobrevivir a tales fenómenos, que cada vez son más frecuentes e intensos. Según datos de la Organización Mundial de la Salud solo en 2011 se registraron 332 desastres naturales en 101 países, causantes de más de 30.770 muertes y de más de 244 millones de personas afectadas.

Por supuesto estos desastres conllevan graves problemas de salud. Entre los riesgos se encuentran las lesiones físicas, como fracturas, quemaduras e incluso el fallecimiento. También enfermedades transmitidas por la calidad del agua, así como trastornos psicológicos por traumas o condiciones de vida precarias.

Sucesos como el ciclón Idai, incendios en Australia, sequía en África oriental, inundaciones en el sur de Asia y el corredor seco de américa central son algunos ejemplos de los estragos del cambio climático. Han causado innumerables muertes, pérdidas de zonas de cultivos, regiones, infraestructura, especies y ecosistemas que difícilmente se recuperarán.

Se estima que en los próximos años las temperaturas continúen en aumento, lo que producirá más olas de calor. Asimismo habrá menos lluvias, pero serán torrenciales. Lo huracanes serán más destructivos y las sequias darán lugar a grandes migraciones. El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) estima que, para el año 2030, adaptarse al cambio climático y hacer frente a los daños que supondrá costará a los países en desarrollo entre 140 000 y 300 000 millones de dólares al año.

Aunque a existen apoyos sociales y programas de adaptación y mitigación de los desastres naturales, el planeta demanda más atención al problema y más preocupación por parte de todas las personas. Es vital contrarrestar el daño y frenar las causas del cambio climático, para que estos fenómenos no acaben con el hogar de millones de humanos.